Artículo original
Mortalidad por enfermedad pulmonar crónica de las vías respiratorias inferiores, Cuba, de 1987 a 2011
Mortality due to chronic lower pulmonary disease, Cuba, from 1987 to 2011
Silvia Josefina
Venero Fernández1*
Patricia
Varona Pérez1
Enrique Molina
Esquivel1
Ramón
Suárez Medina1
1Instituto
Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología. La Habana, Cuba.
*Autor para la correspondencia: Correo electrónico: silviav@finhem.sld.cu
RESUMEN
Introducción:
Las enfermedades pulmonares crónicas de las vías respiratorias inferiores
(EPCVRI) son una de las primeras causas de muerte en el mundo. No obstante,
han sido poco estudiadas, excepto el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC).
Objetivo: Describir la mortalidad por enfermedad pulmonar de las vías
respiratorias inferiores (EPVRI) en Cuba durante el período 1987-2011.
Métodos:
Estudio descriptivo que incluyó a todos los fallecidos en Cuba cuya causa
principal en el certificado médico de defunción fue EPVRI. Se calcularon
frecuencias absolutas, edad media de la muerte por sexo y año, porcentajes,
tasas proporcionales por causa y tasas de mortalidad crudas y ajustadas por
edad por 100 000 habitantes utilizando el método directo. Para el estudio
de la tendencia se utilizó el método de alisamiento exponencial con
dos parámetros. Se establecieron categorías de riesgo elevado, medio
y bajo para la georreferenciación de los decesos.
Resultados:
Se observó tendencia al aumento de la mortalidad con tasas ajustadas que
variaron de 15,1 (año 1987) a 25,0 x 105 habitantes (año
2011); incremento aproximado de 66 %, mortalidad proporcional a la edad, mayor
riesgo de morir los hombres que las mujeres (1,5:1), en la zona urbana (tasa
ajustada 26,3 x 105 habitantes) y en la región occidental del
país fundamentalmente en la provincia La Habana (31,4 x 105
habitantes). Más del 85 % de las muertes se atribuyó a la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Conclusiones:
La mortalidad por EPOC constituye un problema de salud creciente en el
país. Deberán realizarse estudios de causalidad para llegar a otros
resultados y conclusiones.
Palabras claves: enfermedades pulmonares crónicas; EPOC; bronquitis crónica; enfisema; asma; mortalidad; Cuba.
ABSTRACT
Introduction:
Chronic lower pulmonary diseases (CLPD) are one of the leading causes of death
worldwide. However, these conditions have not been thoroughly studied, with
the exception of asthma and chronic obstructive pulmonary disease (COPD).
Objective:
Describe the mortality due to chronic lower pulmonary disease (CLPD) in Cuba
in the period 1987-2011.
Method:
A descriptive study was conducted which included all the people dying in Cuba
whose leading cause of death was CLPD as stated in the corresponding medical
certificate of death. Estimation was performed of absolute frequencies, mean
age of death by sex and year, proportional rates and percentages per cause,
and mortality rates both crude and age-adjusted per 100 000 inhabitants using
the direct method. Trend analysis was based on two-parameter exponential smoothing.
The categories of high, medium and low risk were established with a view to
georeferencing the deaths.
Results:
A trend was observed toward an increase in mortality with adjusted rates which
ranged from 15.1 (year 1987) to 25.0 per 105 inhabitants (year 2011),
an approximate increase of 66%, mortality proportional to age, a higher risk
of death among men than among women (1.5:1) in the urban area (adjusted rate
of 26.3 per 105 inhabitants) and in the country's western region,
mainly in the province of Havana (31.4 x 105 inhabitants). More than
85% of the deaths were attributed to chronic obstructive pulmonary disease (COPD).
Conclusions:
Mortality due to COPD is a growing health problem in the country. Causal research
should be conducted to achieve other results and conclusions.
Key words: chronic pulmonary diseases, COPD, chronic bronchitis, emphysema, asthma, mortality, Cuba.
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades pulmonares crónicas de las vías respiratorias inferiores (EPCVRI) constituyen un término genérico que incluye un grupo de enfermedades del pulmón con afectaciones orgánicas específicas, deficiencias fisiológicas de intensidad variable y exacerbaciones frecuentes, además de que se caracterizan por sufrimiento, aislamiento social, deterioro fisiológico y morbilidad asociada lo cual contribuye a la limitación funcional y a la pérdida de la calidad de vida.1
El asma, la bronquiectasia, el enfisema y la bronquitis crónica son enfermedades que pertenecen a este grupo de enfermedades. Entre los factores de riesgo que se asocian a ellas están el tabaquismo (principal factor de riesgo en la población general), exposiciones ocupacionales a polvos y gases, infecciones, factores genéticos que incluyen la atopía y la polución ambiental.1-2
Aunque en los últimos años se ha despertado el interés por la investigación y la creación de estrategias para el tratamiento de las enfermedades respiratorias crónicas (ERC), debido a su incremento en términos de morbilidad, discapacidad, mortalidad y afectación de la calidad de vida, aun no se cuenta con información epidemiológica uniforme relativa a este grupo de enfermedades y los datos disponibles se refieren en su mayoría a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o al asma.3
En Cuba, las EPCVRI ocuparon el sexto lugar entre las diez principales causas de muerte en todas las edades al cierre del año 2013.4 Está claro que estas enfermedades influyen de manera importante en los índices de morbilidad y mortalidad y que, dentro de los trastornos fisiopatológicos que afectan el sistema respiratorio, el asma y la EPOC pudieran ser los más representativos, al menos sobre ellos existen publicaciones indexadas. En este sentido, vale la pena estudiar este grupo de enfermedades, por eso el objetivo de este trabajo es describir el comportamiento de la mortalidad por EPCVRI en el periodo de 1987 a 2011en Cuba.
MÉTODO
Diseño
Este estudio descriptivo incluyó a todos los fallecidos desde 1987 hasta 2011 de Cuba. La causa básica de la muerte registrada en el certificado médico de defunción fue EPVRI correspondiente a los códigos 490-496 (EPOC: 490-492, 496; asma: 493; bronquiectasia: 494) y J40-J47 (EPOC: J40-J44; asma: J45-J46; bronquiectasia: J47) según las clasificaciones internacionales de enfermedades (CIE 10ma).5
Fuentes de información
Los datos de mortalidad se obtuvieron de las bases de datos del Sistema de Información Estadística (SIE) de la Dirección Nacional de Registros Médicos y Estadísticas de Salud (DNE) del Ministerio de Salud Pública (Minsap). De todos los registros se consiguió: la causa básica, el año de defunción, el lugar de residencia (provincia y municipio), el sexo y la edad. Los datos poblacionales del país fueron suministrados por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) agrupados por año, edad, sexo, municipio y provincia de residencia, así como la población estándar proveniente del censo del año 2002.6
Análisis de los datos
Se calcularon las frecuencias absolutas y los porcentajes como medidas de resumen para variables cualitativas, la edad media de muerte por sexo y año. Para cada año se calcularon porcentajes, tasas proporcionales de mortalidad por causa, así como tasas de mortalidad crudas y ajustadas por edad por 100 000 habitantes utilizando el método directo.7 Se utilizó como población de referencia la de Cuba en el censo de 2002.6 Se calculó desde el año 2007 hasta el 2011, la razón estandarizada de mortalidad (REM) municipal, posteriormente suavizada por el método de Jame Stein.7 Se describió la tendencia de la serie de mortalidad total del país ajustando modelos por alisamiento exponencial con dos parámetros (series anuales con tendencia). Se seleccionó el modelo con menor error (raíz del error cuadrático medio). Para la georreferenciación de los riesgos de mortalidad se establecieron tres grupos de riesgo utilizando el procedimiento de quiebre natural por similitud de los valores de la REM (riesgo bajo: 0,43 a <0,88; riesgo medio: 0,88 a < 1,26; riesgo elevado: 1,26 a 2,04). Se confeccionó la base de datos en Microsoft Excel 2003 y se utilizó SAS versión 9.1.38 y SigEpi 1.4 para el procesamiento y el análisis9, además de MapInfo 6.5 para el análisis espacial y la confección de mapas.10
RESULTADOS
Durante el periodo de estudio, 64 941 muertes se debieron a EPCVRI. Hubo una tendencia importante al ascenso hasta 1993, luego la cifra se mantuvo oscilando con tendencia nuevamente al ascenso a partir del 2007, pero más suave que al inicio del periodo en estudio. Las tasas ajustadas variaron de 15,1 x 100 000 habitantes en 1987 (1 298 muertes) a 25,0 x 100 000 habitantes (3 471 muertes) al cierre del 2011, lo que representa un incremento aproximado de 66 %. Según los pronósticos en base a tasas ajustadas la mortalidad hasta 2020 debe continuar su ascenso y se espera una tasa ajustada de 24,5 x 100 000 habitantes (Fig. 1).
El sexo masculino tuvo mayor riesgo de morir durante todo el período. La media de la edad de las muertes se ha desplazado a edades mayores: 66,5 años en 1987 a 75 años en 2011. La mayor velocidad de este incremento corresponde a al sexo femenino, lo que contribuye a la reducción de la diferencia entre hombres y mujeres: de 4,2 a 2,2 años (Fig. 2).
En las zonas urbanas el riesgo de morir es mayor con respecto a las zonas urbano-rural y rural (tasa ajustada 26,3, 21,6 y 17,3 x 105 habitantes, respectivamente). Los hombres presentaron 1,5 veces más riesgo de morir con respecto a las mujeres en las zonas urbanas. El riesgo disminuyó en las zonas urbano-rural y rural con respecto a la urbana: razón 1,2 (tabla). La región occidental del país aportó aproximadamente un tercio de la mortalidad (tasa ajustada de 28,9 x 10 5 habitantes IC 95 %: 28,60-29,22), lo que contribuyó al aumento de los decesos en 11 años aproximadamente el occidente y el centro del país.
Las provincias con mayor riesgo de mortalidad durante todo el periodo fueron La Habana, Pinar del Río, Santi Spíritus y Guantánamo (tasas de 31,4, 30,9, 29,5 y 28,4 x 100 000 hab., respectivamente). Veinticuatro municipios del país en el último quinquenio (2007-2011) clasificaron como de riesgo elevado con respecto a la tasa media nacional (1,24), con razones de mortalidad estandarizadas de 1,26 a 2,04. La región occidental del país concentra la mayor cantidad de municipios con riesgo elevado; los de la capital resultaron todos contiguos, trazando una franja transversal de norte a sur a lo largo de la provincia (Fig. 3).
Más del 85 % de las muertes se atribuyeron a la EPOC, en las cuales se observó un comportamiento sin oscilaciones importantes durante este último decenio respecto a las otras causas (asma y bronquiectasia) que integran las EPVRI (Fig. 4).
DISCUSIÓN
Hasta donde conocen los autores de este artículo, este es el primer estudio nacional en el que se describe la mortalidad por EPCVRI en un periodo de 25 años.
Constituye una fortaleza que en Cuba los registros de mortalidad sean confiables, contrariamente a las limitaciones encontradas en otros países, por lo que puede considerarse que nuestras estimaciones se acercan a la realidad.11 El propio diseño de los estudios descriptivos que solo permiten describir el fenómeno y no profundizar en la causalidad, constituye una limitación del estudio.
En la actualidad las publicaciones sobre la mortalidad por este grupo de enfermedades son escasas, se conoce que fundamentalmente el asma y la EPOC (bronquitis crónica y enfisema) son las que mayor atención han recibido por parte de la comunidad científica.12-14 El panorama global de las enfermedades respiratorias crónicas en Cuba es muy similar a las estimaciones de la OMS, las cuales expresan que cada año un importante número de fallecimientos se deben a estas enfermedades y los pronósticos indican que la tendencia continuará en ascenso y las cifras podrán duplicarse para el 2030 de no tomarse las medidas pertinentes por parte de los países.12-15
Un aspecto que merece especial atención es el comportamiento de la mortalidad en los dos sexos a lo largo de estos años; a pesar de ser los hombres quienes históricamente muestran mayores tasas de mortalidad, entre las mujeres ha aumentado el número de fallecimientos por esta causa, de forma tal que en el último decenio la diferencia entre hombres y mujeres ha disminuido considerablemente, aspecto en el que pudiera influir el incremento paralelo de la expectativa de vida en ambos sexos, en mayor medida en las mujeres, aunque no sería la única explicación.
En varios países latinoamericanos y europeos el aumento de la mortalidad en las mujeres en comparación con los hombres se han comportado de forma similar a los patrones observados en este trabajo.16-18 Estudios realizados por la Asociación Latinoamericana del Tórax (ALAT) reportan que las mujeres han ido cambiando los patrones históricos de comportamiento, y la exposición a la contaminación del aire interior de la vivienda debido al uso de leña para cocer los alimentos, principalmente en las zonas rurales y suburbanas, se considera el principal factor de riesgo.16 En nuestro país, la política de electrificación a partir del año 2005 ha permitido sustituir progresivamente los combustibles domésticos sólidos (carbón vegetal y leña) y líquidos (queroseno) por gas manufacturado y electricidad, lo cual nos diferencia de la realidad de América Latina.19
La prevalencia del tabaquismo en la mujer cubana desde 1995 (26,2 %), pudiera ser otra de las explicaciones posibles del incremento de la mortalidad puesto que su efecto acumulativo en el daño a la salud pulmonar se expresa en los resultados de los análisis actuales, 20 según los cuales 7 de cada 10 mujeres mueren por EPOC causada por el hábito de fumar.21 A similares conclusiones llegan Chen17 y Laniado-Laborin 18 luego del análisis de sus estudios realizados en países desarrollados, donde además tanto el tabaquismo como la EPOC se consideran epidemias paralelas de este nuevo siglo.
El hecho de que los pacientes mueran por EPCVRI a edades más avanzadas puede deberse, en gran medida, al envejecimiento que caracteriza a la población cubana, así como a otros factores, por ejemplo, al mejoramiento de los servicios de atención médica en las áreas ambulatoria y hospitalaria junto a otras ventajas que caracterizan el SNS cubano (apertura universal, gratuidad y accesibilidad).2
No en todas las áreas del país el riesgo de morir es el mismo, lo que pudiera explicarse porque los determinantes de salud que intervienen en la mortalidad por estas enfermedades se expresan con cifras diferentes entre la ciudad y el campo, entre territorios y provincias. Especial atención merece el comportamiento durante este último quinquenio (año 2007-2011) en la provincia La Habana donde los municipios de alto riesgo comprenden un área que abarca los municipios más céntricos de la ciudad de norte a sur suroeste y divide en dos a la provincia, hecho que merecería un estudio posterior.
La EPOC fue la enfermedad responsable del aumento de los fallecimientos por EPCVRI. El tabaquismo es un factor de peso que contribuye al origen y al desarrollo de esta enfermedad en el territorio nacional aunque no debe excluirse el impacto de otros determinantes.21
Según estimaciones de la OMS, países de Latinoamérica y Europa coinciden con estos resultados.14-16
CONCLUSIONES
Las muertes por enfermedades pulmonares crónicas de las vías respiratorias inferiores y ente ellas, fundamentalmente, las atribuidas a la EPOC, constituyen un problema de salud creciente en el país, en gran medida evitable.
El grupo de edad avanzada necesita atención integral priorizada debido al impacto ¡negativo que sobre este grupo tiene la mortalidad. Los riesgos aún poco estudiados podrían contribuir al incremento de los fallecimientos durante estos últimos años en las mujeres y a la desigual distribución geográfica de la mortalidad en el país, especialmente en la provincia de La Habana. Deberán realizarse otros estudios de causalidad y llevarse a cabo otras intervenciones.
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Conflicto de intereses
Los autores expresan que no tienen conflicto de intereses.
Recibido: 01/11/2018
Aprobado:
27/02/2019
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